Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel - Canfranc-Estación, Huesca

Jose S.

La verdad que es algo que hay que probar alguna vez. Para los aficionados al ferrocarril, es obligatorio de visitar. El edificio está muy bien cuidado y decorado, el paraje es impresionante y el servicio es muy atento (quizá demasiado "pelota" para mi gusto). La comida del restaurante El Internacional es exquisita (aunque algo cara). La limpieza está muy bien, la habitación es muy cómoda y acogedora y los gestos y detalles marcan la diferencia.||||Volveré, desde luego, ¡pero dejaré que repose un poco la cartera hasta la próxima visita...!

JESÚS ?. S. M.

Mi puntuación es en virtud del espacio arquitectónico, de su ubicación en un paisaje maravilloso, del gran trabajo de restauración de esa histórica estación (si visitan el sitio no olviden informarse de las historias que ocurrieron allí durante la Segunda Guerra Mundial). No me he alojado, creo que el precio supera el límite de mi bolsillo, tampoco he comido o cenado. Si he disfrutado de sus dos bares con su encanto aunque el precio de las bebidas sea el de una estrella Michelín.

Francisco M. L.

Hotel que no defrauda. Mi segunda estancia y no será la última. Lugar mágico y con mucha historia. Decoración vintage con un toque moderno. Todas las comodidades y gran amabilidad y eficacia de sus empleados. Desayuno increíble. Totalmente recomendable.

Enuevosartal

Esquío todos los años en el valle y una tarde nos hemos acercado a tomar algo por la tarde a la cafetería.||El hotel dispone de cargadores para coche eléctrico/híbrido por lo que decidimos aprovechar para cargarlo. La barrera estaba cerrada y al pedir el acceso nos dicen que es solo para huéspedes, pero hay un cartel que pone una tarifa también para clientes que no son huéspedes y nos dicen que está mal y no nos dan acceso enviándonos a unos cargadores públicos cuando insistimos en que no solo queremos aparcar sino hacer gasto en el restaurante y la cafetería. Finalmente nos dan acceso por la insistencia en que si hay una tarifa para no huéspedes tenemos derecho a pasar.||Una vez dentro, nos dicen que la cafetería está llena, cuando hay sitio en la barra y que no dan acceso a nadie más. Esto es entendible pero lo malo fueron las formas en las que se dirigen a ti como cliente. ||Así que una experiencia bastante negativa porque básicamente no nos dejaron disfrutar de un sitio con tanto encanto, porque el sitio es espectacular.||¿Como puede ser que un sitio tan turístico no tenga una cafetería acorde? Creo que están perdiendo mucho negocio que no son las habitaciones sí o gente que como yo, decide ir a pasar una tarde a conocer el lugar.||También tengo que decir que por mí insistencia fui a dar una propina que no fue aceptada por parte del personal del hotel, al sacar el coche.||No puedo opinar del hotel ni tampoco de la gastronomía, ya que no fue posible.||Dudo en volver porque no me he sentido bien tratado y no insisto ni pido permiso por ir a los sitios.

Alejandro F.

Nuestra experiencia en el Hotel Canfranc Estación ha sido profundamente decepcionante y muy por debajo de lo esperado para un hotel de su categoría. A pesar de la belleza arquitectónica del edificio y su ubicación en un paraje único, el servicio ha sido caótico y lleno de fallos inadmisibles.

Desde el primer momento, la atención fue deficiente: el check-in fue desorganizado y apresurado, sin la información básica sobre los servicios del hotel. No se nos ofreció asistencia con el equipaje, y la atención en la cafetería resultó desastrosa, con más de una hora de espera para finalmente recibir solo la mitad del pedido.

Intentaron compensarnos con acceso a la piscina y un masaje, pero sin consultar nuestra disponibilidad, convirtiéndolo en un gesto impuesto e inútil. Además, la falta de atención a los detalles fue constante: tras un día de esquí, en la habitación solo había una toalla y ninguna alfombrilla de baño. Tras solicitarlo, nos enviaron albornoces en lugar de toallas, y aún tuvimos que insistir de nuevo para recibir lo necesario.

Lo único que realmente merece la pena de este hotel es su espectacular arquitectura y su entorno privilegiado. Sin embargo, la falta de coordinación y un servicio muy por debajo del estándar esperado han convertido lo que debía ser una escapada especial en una experiencia frustrante. No repetiríamos ni lo recomendaríamos.

Maria G.

Todos los empleados han sido muy hostiles! Desde las recepcionistas hasta la persona del bar, todos han tenido una actitud pésima. Si no estás alojado no puedes entrar en la cafetería. Solo te dejan pasar a la coctelería, donde no sirven cervezas, ni cafés ni nada. Se me han quitado las ganas de alojarme aquí! Para un mes al año donde tienen gente, considero que el negocio se les va a hacer muy difícil de sostener si a los pocos que pasamos por aquí nos tratan así.

Begoña L.

A lo largo de los años hemos estado en muchos hoteles, pero ninguno parecido. Es una experiencia que te transporta a aquellos maravillosos años del Orient Express. La rehabilitación que han hecho es de verdad digna de admirar. Fué una estancia increíble en todos los sentidos!

Fdo G.

Realmente espectacular. La decoración recreando el antiguo esplendor del tren de lujo, la atención y el buen hacer del personal y todos los servicios que ofrece. Muy buena cocina y precios bastante razonables. Muy buenos cócteles... En fin todo muy bien y con una atención al detalle rayando la perfección.