Hotel Nievesol- Formigal - Formigal, Huesca

Enrique T.

Fantástica estancia en el Hotel Nievesol – Esquí y buena comida en Formigal

Acabamos de volver de unos días increíbles en Formigal y nuestra estancia en el Hotel Nievesol no podría haber sido mejor. Desde el primer momento, el trato del personal fue excelente, siempre atentos y dispuestos a ayudar con cualquier necesidad. La ubicación del hotel es perfecta, muy cerca de las pistas, lo que nos permitió aprovechar al máximo nuestras jornadas de esquí.

Las habitaciones son cómodas y acogedoras, ideales para descansar después de un día en la nieve. Además, el ambiente en las zonas comunes es muy agradable, con espacios para relajarse y compartir experiencias con otros esquiadores.

En cuanto a la gastronomía, quedamos gratamente sorprendidos. El desayuno es variado y completo, perfecto para cargar energías antes de subir a pistas. Pero lo mejor fue, sin duda, la comida y la cena en el restaurante del hotel. Platos abundantes, bien preparados y con productos de calidad, ideales para reponer fuerzas después de un día de esquí.

Formigal nunca decepciona, y este viaje ha sido una prueba más de ello. Excelentes pistas, buena nieve y un ambiente inmejorable tanto en la estación como en el hotel. Sin duda, repetiremos.

Juan R.

Mi estancia en este hotel ha sido excepcional. Desde el primer momento, el personal fue muy amable y atento, asegurándose de que todo estuviera perfecto. Las instalaciones son modernas y bien cuidadas, con habitaciones cómodas y perfectamente equipadas. La ubicación es ideal, con fácil acceso a los principales puntos de interés. Además, el desayuno es variado y de excelente calidad. Destaco especialmente el servicio en el bar, donde el ambiente es acogedor y la atención inmejorable. Sin duda, un hotel al que volveré y que recomiendo completamente.

Inigo S.

Nos alojamos en el Hotel NieveSol el pasado fin de semana y la experiencia fue excelente. Las habitaciones eran amplias, cómodas y perfectamente limpias, ideales para descansar después de un día de esquí. La ubicación es inmejorable, muy cerca de las pistas y con fácil acceso a restaurantes y servicios en Formigal. Pero lo que realmente marcó la diferencia fue la amabilidad del personal, siempre atentos y dispuestos a ayudar con cualquier necesidad. Sin duda, un lugar al que volveremos en nuestra próxima escapada a la nieve. ¡Totalmente recomendable!

Silvia S.

Super céntrico. El autobús para las estaciones se coge justamente enfrente. Muy cerca de restaurantes y cafeterías. La temperatura de la habitación muy calentita y las zonas comunes muy agradables

aian G.

Quisiera aclarar que esta reseña no va dirigida al personal del hotel, cuyo trabajo no cuestiono. Sin embargo, mi experiencia personal me obliga a compartir lo sucedido para que otros huéspedes estén informados.

Este era nuestro segundo año en el hotel. Somos un grupo grande, con adultos y niños, esperábamos con ilusión estas vacaciones para disfrutar de la nieve. La primera noche transcurrió sin incidentes, más allá de algunos ruidos típicos de un hotel antiguo con poca insonorización. No obstante, la segunda noche fue un infierno.

Desde las 2 hasta las 6 de la madrugada, un grupo de huéspedes perturbó el descanso de todos con gritos, golpes y peleas. Ante la desesperación y el miedo de mis hijos, intenté hacerles entender que debían parar, pero su respuesta fue chulesca y desafiante.

En recepción, la encargada confirmó que otras habitaciones también se habían quejado. Subió conmigo para intentar mediar, pero el grupo continuó con su actitud irrespetuosa, la empleada incluso mencionó que no importaba si eran amigos de "cierta persona" (cuyo nombre prefiero omitir), pero ni siquiera eso los detuvo.

La situación se tornó aún más tensa cuando otro empleado subió y se escuchó una discusión acalorada, con gritos y amenazas de llamar a la Guardia Civil por supuestas agresiones. Aunque creímos que el problema se había solucionado con la intervención de las autoridades (a las cuales el Hotel no llamó), nuestra sorpresa fue mayúscula al ver al mismo grupo, por la mañana, causando nuevos disturbios.

Ante nuestra petición de que se comportaran, la respuesta fue una burla, alardeando de que uno de ellos era "hijo del propietario del hotel". En ese momento, entendimos por qué el personal no había actuado con firmeza durante la noche.

Después de confirmar que uno de los implicados era quién era (con empleados del Hotel), en recepción, nos confirmaron que el grupo se quedaría en el hotel y se negaron a ofrecernos un cambio de habitación, alegando que estaba completo. Expresamos nuestro malestar por la falta de descanso y cómo esto afectaría nuestra jornada de esquí, pero la única respuesta fue la invitación a enviar un correo electrónico con nuestra queja.

Esta reseña negativa se debe al trato recibido y a la sensación de impotencia que sentimos. El grupo de alborotadores se comportó como si fueran los dueños del lugar, sin importarles el bienestar de los demás huéspedes ni del personal.

Lamentamos no haber llamado nosotros mismos a la Guardia Civil y solicitado el libro de reclamaciones, pero la situación era tan surrealista que no supimos cómo reaccionar. Si nosotros hubiéramos actuado como ellos, seguramente habríamos sido desalojados o incluso detenidos.

La noche siguiente hubo menos ruido, pero la sensación de inseguridad y malestar persistió. Nos fuimos del hotel sin que nadie nos ofreciera una disculpa o mostrara preocupación por lo sucedido.

Es evidente que para este hotel, los clientes no somos importantes. Solo espero que esta reseña sirva para que otros huéspedes no tengan que pasar por la misma pesadilla que nosotros y que el hijo del dueño y señor del Hotel tenga en cuenta que sus clientes somos los que les pagamos sus viajes, coches, juergas...

Emilio A.

La madrugada del 1 de Febrero los clientes hospedados en la segunda planta, en el pasillo de los números más bajos, nos despertamos abruptamente a las tres de la mañana con un grupo de individuos irrumpiendo en el pasillo sin ningún tipo de consideración y respeto, dando voces, pateando el suelo, dando golpazos en las puertas, llegando incluso a bajar el diferencial de la iluminación. Estas incursiones se repitieron en varias tandas hasta las seis de la mañana. Una de las alojadas salió a llamarles la atención y la trataron con prepotencia, chuleria y desprecio. Tras reclamar en recepción, la recepcionista les conmino a abrir la puerta y abandonar la habitación, a lo que se negaron alegando que eran amigos de IP. Cuando abrieron la puerta llegaron a agredirla, empujandola y pillandola con la puerta. A la mañana siguiente se habló con el director, que mostró una falta de empatía absoluta, alegó que los alborotadores estaban alojados en el hotel y que no podía echarlos y solicitó que se le mandara un email explicando lo ocurrido. Claro, el tal IP resultó ser el hijo del propietario del hotel, y tiene su alojamiento en una habitación sin número en el mismo pasillo donde nos alojábamos. En otras circunstancias nuestra estancia hubiera sido más agradable, pero tuvimos la mala suerte de coincidir en fecha y habitación colindante. Sería mejor que el hotel cerrara esa zona de habitaciones y la dedicara a sus amigotes. Podría extenderme mucho más y hacer más consideraciones, pero cada uno que saque sus conclusiones.

Sergey V.

Calidad precio razonable. Habitaciones viejas, no había enchufes al lado de la cama, la puerta se cerraba solo con una llave de media vuelta y daba poca fiabilidad. Al día de hoy ya esperas como mínimo acceso por tarjetas y una puerta de la habitación más segura. Desayuno mínimo básico.

La ubicación si que es perfecta! Y el personal fue amable con nosotros.

Elias R.

Hotel bien ubicado, posibilidad de ir con bus a las pistas, guardaesquís gratuito (sólo fianza 10€), personal muy amable.
Habitaciones anticuadas, pocos enchufes y sin posibilidad de cerrar bien con llave. No hay secador de pelo en cada habitación, se pide en recepción.
Desayuno buffet libre y variado, cena de menú, dos platos a elegir, postre buffet y bebidas a parte.