Hotel Casa De San Martín - San Martín de Solana, Huesca

Jaime L. M.

El hotel es un sitio espectacular para desconectar, está situado en lo alto de un valle, con unas vistas geniales. Todo está muy cuidado y limpio. El dueño, David, es un gran anfitrión, atento y amable, te hace sentir como en casa. Lo recomiendo al 100 %.
No suelo poner reseñas, pero esta vez el hotel lo merece.

Rebeca V. R.

Una estada espectacular, David nos ha recibido como si fueramos de la família, el personal ha estado muy atento y amable.
La habitación, el baño y toda la casa estaban impecables, parece una casa de cuento. El desayuno bueníssimo con productos de calidad y caseros, los zumos naturales, los pasteles, acabados de hacer. La cena riquisima, tengo problemes de intolerancia al gluten y a la lactosa y me han preparando comida especial super buena. El entorno una preciosidad, y aunque la finca esta alejada el camino es facil y tiene un bueno acceso. Sin duda volveremos.

Maribel S.

Es un sitio mágico, el dueño David es encantador,el sitio es precioso y la casa con un gusto particular ,donde denota que la decoración ha sido seleccionada con máxima exquisitez. Ahhhh!!! Se me olvidaba Krina la cuál nos servía la cena encantadora y el gato Ryan una pasada ,lo llamaba perro -gato de lo cariñoso que es . ACONSEJABLE 100%

German R. M.

Maravilloso hotel situado en un enclave único y privilegiado.
Excelentes instalaciones, decoración exquisita y limpieza total.
Trato del personal, tanto del propietario como de su equipo, muy profesional y a la vez cercano y afable.
Todo lo descrito hace de la Casa de San Martín un pequeño paraíso.

Jorge C.

El sitio es espectacular, si quieres desconectar y estar en un ambiente rural y autoctono, es un sitio perfecto. David, el propietario, nos estuvo explicando la historia de la casa y anecdotas, la amabilidad y cercania se siente desde el principio. Un acierto haber elegido su casa.

Katerina

¡Ha sido una estancia INMEJORABLE!

David es un anfitrión encantador que supo convertir una casa, que tiene una historia detrás, en un lugar mágico que transmite paz y harmonía. La casa es muy acogedora y no le falta de ningún detalle, aún estando aislados de las ciudades y pueblos, es imposible aburrirse allí.

Las habitaciones son muy espaciosas, limpias y respetan el diseño rural de la casa. Los platos de la cena son abundantes y ricos. No nos faltó de nada más que ganas de volver.

En toda la estancia nos sentimos como si estuviéramos en casa de nuestros familiares, aprendiendo de David y enriqueciéndonos con la información que compartía con nosotros 🙂

¡Muchas gracias por todo, David!

Pablo G.

Absoluta falta de profesionalidad. ||Reservamos con gran antelación y era uno de los destinos para un largo recorrido por los Pirineos. ||A falta de muy pocos días para la llegada, contacto para consultar con el alojamiento disponibilidad de cuna (bebé de 4 meses) o, en su defecto, una cama de matrimonio para que pudiese dormir en ella. ||Mi sorpresa es que recibo un email cancelando la reserva de manera unilateral, donde el dueño me indica que tiene el hotel lleno y que no quiere que un bebé enfade al resto de huéspedes (palabras textuales). ||En ningún momento, a fecha de 24/07, existe en su web información que indique que es un hotel sólo para adultos. | Entiendo que haya hoteles que no acepten niños, pero debe informarse de ello de manera pública y clara. ||El hotel parece muy bonito, pero desde luego la gestión no es profesional. Cero recomendable.

Carmen N. M.

Tomamos la decision de venir unos días al Pirineo para alejarnos del mundo buscando la paz y encontramos este precioso hotel de 9 habitaciones .
Que suerte hemos tenido!!!
Es una casona de hace 1000 años que perteneció a un convento y reformada por la familia que la compró y mejorada por su dueño actual David, un ingles que le ha puesto el alma en cada detalle y que tiene un equipo maravilloso. La casa está en mitad de un valle donde no se oye ni un solo ruido y donde puedes ver el amanecer de por la montaña izquierda y el atardecer por la montaña derecha.
Los desayunos continentales se sirven en un salon soleado con una imponente chimenea con mesas bien vestidas con manteles y servilletas de tela, tiene unos salones para poder estar y unas terrazas con unas vistas impresionantes.
Volvemos encantados. Repetiremos…