HOTEL EL CASTELL - Valderrobres, Teruel

Sara S.

El hotel muy acogedor. Tiene una sala con cafetera para poderte hacer tu mismo si te apetece un café. Las habitaciones espaciosas, un hervidor de agua y unos sobres de café e infusiones. Nevera pequeña con agua. La única pega es que no.tiene ascensor y teníamos la habitación en la segunda planta. Bueno y las almohadas si que es verdad que están para cambiar, no pude apenas dormir por lo.incomodas que eran.|El desayuno a destacar por la variedad y calidad de todo. Y la amabilidad de las chicas. |Si cambian las almohadas repito seguro.

elena S. D. P.

Nuestra experiencia ha sido realmente espectacular. La ubicación perfecta. Para nosotros es imprescindible que tenga parking y está justo al lado. No tiene recepción pero es un detalle que lo solventan muy bien y ante cualquier duda están en el restaurante en Ls Plaza prácticamente al lado. Pero lo mejor sin duda la atención de las chicas en el desayuno. No pueden ser más amables y atentas. Una limpieza impecable… en fin, todo perfecto!! Nos han hecho sentir como en casa y en nuestra próxima visita a la zona será nuestro descanso del guerrero!!

Mi Y.

Buen desayuno. Buen trato. Buena limpieza. Extraño que no haya nadie en recepción para el precio que tiene. No tiene ascensor y se hace duro subir las maletas. Buenas la dos cenas en la Fonda de la Plaza que es de ellos también. Bien en general y el pueblo precioso.

jd C.

No hay nadie en recepción, todo se ha de hacer por wasap o teléfono, lo que complica las gestiones.
La habitación está bien, aunque faltaría una mesa.
El desayuno está servido en la mesa. Variaron la hora del mismo, en la prolija información que me mandaron era desde las 8, una vez allí fue desde las 8 30. El lugar del desayuno del último, sin avisar, lo cambiaron a la fonda de la plaza, unos 10 minutos de bajar y subir escaleras.
No volvería a este slojamiento.

Maria C. C. P.

A este hotel le sobran dos estrellas por varios motivos.
Suciedad en baño y en habitación, tengo fotos; para una habitación doble solamente había un cepillo de dientes, de una habitación a otra se oyen todos los ruidos.
En mi reserva ponía habitación superior y me enviaban una foto de la habitación, pues bien la habitación no tenía nada que ver digamos que era de tamaño como la mitad de la que venía en la foto; parece un hotel fantasma porque nunca hay nadie en recepción para hacer alguna consulta. 35 escaleras para subir desde la sala de desayunos a la habitación y eso que la nuestra estaba en un primer piso.
Hemos pagado 303 € por 3 noches y una habitación superior y nos han dado unas prestaciones que no se corresponde con el precio.

Santiago T.

Hotel de pequeño tamaño en Valderrobres. Una antigua casa rehabilitada, dejando detalles que le dan encanto, convirtiéndolo en un sitio acogedor. No tiene recepción por la noche, pero te dan una clave para poder acceder. El personal es muy agradable. El desayuno más que completo en relación a su precio , que fue barato.

Como única pega, al ser un hotel pequeño, se oía demasiado el pasillo y las escaleras (sobre todo si tienes la habitación junto a estas) así como algo de las habitaciones contiguas. No tiene ascensor.

Conclusión: un sitio recomendable si vas a pasar unos días por la zona.

Jose B. G. G.

La habitación correcta, con algún detalle de agradecer, lo que es impresionante es el desayuno, de calidad, abundatisimo, y destacar que las chicas que te atienden son encantadoras

Paloma D.

Hemos estado un grupo de 20 personas a finales de Septiembre, repartidos entre este hotel y La Fonda de la Plaza, que son de los mismos dueños. Hemos desayunado y cenado y tengo que decir que los desayunos y las cenas han estado estupendas, así como el trato de sus empleadas, destacando a Ana y Loli que nos hicieron nuestra estancia cómoda y fácil. Las ubicaciones de ambos establecimientos es muy buena, y el parking también cómodo (en El Castell se aparca al lado del castillo y en La Fonda justo al otro lado del río). Solo un pero por mi parte, nosotros nos alojamos en el hotel y la mala insonorización entre pisos hizo que escucháramos cada paso, tos y sonido que venía de la habitación de arriba. Estaban nuestros amigos allí, pero aún así era incómodo y molesto.