Hotel Rural La Posada - Cercedilla, Madrid

Sandra S. G.

Me ha encantado! Hemos estado una noche con nuestro perro (un Rotweiller) en una de las habitaciones, Pinareja, y el entorno es precioso. Hay diferentes tipos de alojamientos todos súper bonitos de madera.
Nuestro perro ha estado súper feliz y nos hemos enamorado de Pongo un SanBernardo gigante y muy amoroso!
Por la noche encienden todo el recinto con luces y es súper bonito.
La chica que estaba en la recepción, Juliana, era súper simpática y me enseñó los diferentes alojamientos de los que disponen.
Estoy deseando volver a el apartamento Erizo♡
La única pega que pondría es que se oye todo lo de las habitaciones de al lado.
Recomiendo mucho este sitio para ir con perros.

Jenny C.

Mal. Considero que no está acondicionado correctamente. Pasamos muchísimo calor, las ventanas no tienen mosquiteras, no hay aire ni un ventilador. Tampoco persianas, por lo que entra mucha luz.Un poco sucio. Las paredes parecen de papel, porque escuchas todo de los vecinos. En resumen, muy bonito en fotos pero muy caro para lo que ofrece en persona

Leticia A. M.

Sitio precioso, acogedor, calentito, romántico, tranquilo. Nos alojamos
En la cabaña Nido del Buho, casi a la entrada del complejo. Es chiquitita y suuuper bonita ademas de darme la sensación de total privacidad al estar un poco más alejada que el resto. Nos llovió, la entrada al complejo tenía barro y al estar en cuesta me pareció algo peligroso, estaría bien que el camino de pizarra se alargara un poco para evitar caídas en estas situaciones. Tuvimos un problemilla con la cafetera ya que no es para placas de inducción pero lo arreglamos haciendo café de puchero. Por lo demás todo suuuuper bien. In placer de sitio para escaparse, volveremos sin duda.

Bel B.

Nuestra experiencia tuvo lugar en una jaima pero fue agridulce porque la idea está muy bien pero tiene fallos. La jaima tenía muchísimo moho y el suelo de la misma no estaba demasiado limpio. Por fuera había muchas hojas secas sin limpiar o barrer. Tienen una hamaca fuera igual de mohosa. No dejan ninguna bolsa de basura ni ningún complemento parecido que puedas necesitar, solo una manta y fuimos dos adultos con un niño pequeño y nos dejaron 2 botellas pequeñas de agua, 3 galletas y toallas. Las luces para la noche no funcionaron, ni las de la jaima por fuera ni las del cenador. Mi hijo se puso malo y si no me llevo una linterna, entre otras cosas como bolsas, mantas, papel,.. no sé lo q pasa.. Por la noche no hay quien se encargue de estas cosas, tienes que llamar al dueño para "emergencias" porque por WhatsApp tampoco te responden. La recepción cuando llegas tampoco te la dan. La idea es muy buena y la experiencia podría estar muy chula pero con más mantenimiento y disponibilidad de las personas encargadas.
Por el precio, calidad y tiempo (entras a partir de las 14h), no sé si repetiría.

Elena A.

El entorno bonito,pero el servicio de la posada pésimo.Nadie te muestra y enseña nada,las instalaciones viejisimas,y encima alquilamos una cabaña para 5 personas,y no llegó el agua caliente ni para 2,y fue una ducha de 5minutos. No volveremos.

Javier C.

La Posada de cercedila en un hotel rural. Es un cuento de hadas con baldosas grises. Lo regentan 2 chicas, un chico y Bongo. Bongo está siempre en la puerta de la tienda. Pendiente de los turistas que compramos el bollito de 0,50€ para desayunar. Se vine detrás y se deja hacer la foto de abajo. Y a uno, que a veces viene de morir, no le queda más que ponerle a Bongo el bollito en la boca. El negocio es genial y él ni lo saborea.

Estos bollos no estarán nunca en la guía michelín ni tendrán artículos amorosos en las revistas gastronómicas. Nadie los ha cantado jamás. Se los come todos Bongo y está muy grande.

La culpa de esta muestra de liberalismo de de las emociones, la tiene la hierva. La tienen las plantas, el agua y el sol. A las 8 de esta mañana, los dueños han regado la montaña entera para que los despertares fueran muy graduales. Para que oilera a vida mojada y a muchos abrazos. Un olor que me terminaba en los hombros y en los brazos y del que no se quiere despertar. Y os juro que es orgásmico el llegar, tan despacio, al estado consciente y seguir oliendo aquello. Salir de un sueño maravilloso y que no sea un sueño. Lo de siempre pero siendo verdad.

Hay sitios que no deberían publicitarse como sitios para dormir. La posada de Cercedilla es el mejor sitio del mundo que yo conozco para despertar. No sea que Bongo tenga hambre.

Jose C.

El entorno idílico, tranquilo. pero la vajilla estaba sucia, el microondas sin marcas así que había que hacer prueba/error para ver como calentaba. La ducha se descolgaba del soporte porque está algo precario. El sofá cama era una tortura como sofá, no quiero pensar en lo que será usarlo como cama...por lo demás la cabaña es lo que parece, tal vez algo mas pequeña de lo que pensábamos pero sin inconvenientes al respecto. La calefacción en temperatura adecuada. La cama cómoda y limpia. El precio creo que está algo subido para lo que ofrece, al menos se podían estirar con unas galletitas y algo de café para desayunar, algún detalle..digo yo.

natalia L.

Deberían especificar que solo dejan 2 perros por estancia, ya que nosotros tenemos 3 y que pasa si llegamos a reservar, luego nos dicen allí que no se pueden nada mas que dos? FATAL