Pensión de Calomarde - Calomarde, Teruel

Pensión de Calomarde, un destino turístico en Teruel

La Pensión de Calomarde se encuentra ubicada en la Dirección: Calle Mayor, 1, 44126 Calomarde, Teruel, España. Este alojamiento ofrece una experiencia única en el corazón de la ciudad de Calomarde, un pueblo encantador en la provincia de Teruel, en la comunidad autónoma de Aragón, España.

Para contactar con la Pensión de Calomarde puedes llevar el teléfono 978705300 o visitar su página web en calomarde.es. Esta página web te permitirá obtener más información sobre sus Especialidades: Hotel, Bar, Restaurante.

La Pensión de Calomarde es un lugar ideal para aquellos que buscan un alojamiento acogedor y céntrico. La ubicación de la pensión es excelente, ya que se encuentra en el corazón de Calomarde, lo que te permitirá explorar al pie de la ciudad y descubrir sus encantos.

Por supuesto, la Pensión de Calomarde también ofrece Especialidades como Hotel, Bar, Restaurante, lo que te permitirá disfrutar de una estancia cómoda y divertida en el corazón de Calomarde.

Sin embargo, es importante mencionar que la Pensión de Calomarde es un establecimiento que ha sido objeto de varias opiniones de viajeros que han visitado la página de Google My Business.

Según lo que se apunta, la opinión media es de 3.4/5, lo que indica que la mayoría de los visitantes han tenido una experiencia positiva con este alojamiento.

👍 Opiniones de Pensión de Calomarde

Jesus P. C.

1/5

Lo único positivo fue que la cerveza estaba fría.
Después de una excursión por la zona fuimos a parar al único bar de la zona. Cual nuestra sorpresa que a las 12 de la mañana ya no hacían bocadillos. Decidimos esperar a las 13.30 cuando habré el comedor (Gran error )
Las raciones muy escasas y de calidad normalita. Calidad precio caro para el tamaño de la ración.
Lo peor de todo es que la simpatía brilla por su ausencia, me dio la sensación que la reservan para los del pueblo.

Laia

1/5

Nos hemos sentido estafados. El menú, de 15 euros y de sólo 3 primeros y 3 segundos. Te esperas que debido a la poca variedad y al precio elevado, al menos los platos valgan la pena y te quedes satisfecho/a al probar el "inexistente" producto de la zona. De primero, una ensalada (ensalada simple, que me la hago mejor en mi casa), además, sin ingredientes que otros clientes si tenían. De segundo, albóndigas (de bote) con un extraño caldo que sabía poco más que a agua. También codillo, totalmente insípido, acompañado de lo que parecían patatas (casi inexistentes también). Para colmo, los postres, sólo ofrecían 3 (parece que es su número de la suerte), pasteles, industriales, de mercadona?. El vino horrible y para colmo, nos cobran el agua a parte, cuando entraba en el menú.
En resumen, si alguien lee esto y le gusta comer bien, por favor NO vayáis a este bar/restaurante o lo que sea.
Hay muchas tabernas que os podrán dar de comer como dios manda.
Chicote este sitio necesita una visita tuya.

juan L.

5/5

Fue una experiencia inolvidable por el exquisito trato y el buen hacer de todos los que nos atendieron en un fin de semana que seguro que repetimos. Las comidas con ingredientes muy honrados y una elaboración que pese a precio tan económico es digna de cualquier cocina internacional y sorprendente en un lugar tan humilde. Muy recomendable.

Pablo M. T.

2/5

Entramos con la intención de comer comida casera tal y como se anunciaba en la pizarra fuera, viendo que el menú era de 15€ entendimos que debería reflejarse en la calidad del producto. Los primeros un poco flojos pero pasables pero los segundos se notaba que no eran caseros (las albóndigas sabian a bote), los postres ni mencionarlos, totalmente industriales. El vino no vale ni para fregar. La verdad que al salir te sientes un poco timado más cuando la zona tiene fama de buena comida. No suelo dejar malas críticas pero en este caso es lo que considero.

G. B.

1/5

Realmente malo. Sirven la comida fría, patatas congeladas... escasez en el pan (1 trocito por persona) el menú 15€ y la calidad es tan mala que no debería de costar ni 5.
La cerveza a 2€. Abusan del turismo del pueblo. Mejor ir a otro lugar. Nuestro error no leer las críticas antes de entrar.

Lole P.

5/5

En un entorno maravilloso, un pequeño bar de pueblo con excelentes platos y muy buena atención. Destacan las migas de pastor que este año han recibido un premio a su excelencia. La dueña, una mallorquina viajera, ha dejado un poco de su experiencia en cada habitación, limpio y acogedor. Muy recomendable

Manuel R.

1/5

Vistas las reseñas no fuimos los únicos que nos sentimos decepcionados del único bar del pueblo.
El día anterior pasados por allí y preguntamos si mañana podíamos comer allí, nos dijeron que hasta las 3 y media que cierra cocina, sin ninguna observación mas.
Al día siguiente después de un paseo por los bonitos paisajes del barranco de la Hoz, sobre la una preguntamos para comer nos dijeron que no podía ser que estaba todo reservado para los vecinos del pueblo, contestándonos que no voy a dar una mesa a un turista antes que se quede un vecino sin mesa. Pedimos bocadillos y tampoco era posible.
En ambos días la amabilidad y simpatía brillaron por su ausencia.
El sitio tiene carteles junto a la carretera de hay menú. Dentro, bienvenida a los viajeros, y fotos de todos los platos disponibles, pero parece que es difícil comer a no ser que seas vecino.
Sitio hay de sobra y mesas vacías también.
Según las respuestas a las reseñas falta personal (cartel de: no se sirve en terraza) y materia prima para atender a la gente que en fiestas visita el pueblo para ver sus alrededores.
Si no quieren ampliar la plantilla los días festivos y tener mas genero para poder atender a los de fuera por lo menos con una sonrisa y explicando las cosas tendrán mejores reseñas.

Enrique A.

1/5

Es el único bar de calomarde, por lo tanto en fechas marcadas hay mucha gente y es difícil comer allí debido a que solo hay un camarero y la dueña cocinera. Lo que no puede ser es que cuando preguntas por comer o no te contesten o la dueña lo hace con muy mala educación. Parece que comer allí es un favor que te hacen pero tampoco están en la obligación de abrir el bar si se siente sobrepasado. Aunque según la dueña dice que vive de la gente del pueblo, ella abre en las fechas marcadas para recoger el dinero de los turistas, por lo tanto que los trate con respeto o cierre el bar.